Es una acción injustificable que ningún comunicador que se respete debe tolerar.
Lo que hizo Willy Colón al reportero Eliecer Marte en la rueda de prensa del concierto "Salsa Vive ll" es sencillamente imperdonable.
El manoteo al reportero dominicano del programa "Sal y Pimienta" de Univisión, que ha reseñado la prensa internacional debe ser condenado, porque se trata de una conducta impropia de una figura artística que como Willy Colón debe asumir un comportamiento a la altura de la imagen y de la dimensión que ha alcanzado.
Se revela con ello como un ordinario patán, carente de condiciones morales para estar criticando a otros artistas, que han logrado dimensionarse en el arte, trascendiendo la esfera de la época en que él alcanzó brillo y popularidad.
El conflictivo y acomplejado Willy Colón, que tantos problemas y odio ha puesto de manifiesto contra Rubén Blade, y ahora hacia Marc Anthony, no resiste una pregunta alusiva a su hijo Patrick Colón, en problemas con la justicia estadounidense, por su comportamiento delicuencial, y por ello reacciona de manera airada y agresiva, contra un comunicador, que está en todo su derecho a preguntar lo que quiera en un encuentro para el cual se convocó a la prensa.
Ese Willy Colón que despotrica contra otros intérpretes de salsa, que lo han dejado atrás, puso con su acción bien en claro que no se puede estar tirando piedras al techo ajeno, cuando tiene el suyo de cristal.
Colón no es más que un insolente, mal educado, acomplejado, que con su acción se disminuye, poniendo en evidencia su condición de rata.
Si, una rata de dos patas, como dice la canción de Paquita la del Barrio.
Joseph Cáceres / Merengala
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